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lunes, 25 de junio de 2012

DECIMONOVENO CAPITULO


-¡Yo lo mato!- Liam se levanto bruscamente de la silla tirándola al suelo y empezó a dirigirse hacia la puerta. Menos mal que yo estaba sentada más cerca de la puerta que él y me dio tiempo a reaccionar para ponerme delante de ella, de manera que Liam no pudiera salir por ella.
-¡No te voy a dejar que vayas a hacerle nada a Zayn! Es nuestro amigo.
-¿Cómo que nuestro amigo? Acaba de besar a mi novia y tú además lo defiendes.
-No lo defiendo pero tampoco creo que las cosas se arregles así. Por favor Liam, siéntate, yo solo te quiero a ti, no siento absolutamente nada por Zayn.
Liam pareció acceder a mi petición y se sentó en el sillón, yo lo seguí por detrás y me senté al lado suyo acurrucándome en él. Lo abracé para que se diera cuenta de que yo solo quería estar con él.
-¿Me has dicho en serio eso de que no sientes nada por Zayn?- Pregunto de repente, parecía preocupado por saber la respuesta.
-Claro que si, ahora ya no me podría imaginar la vida sin ti. Lo besé dulcemente y él continuo mi beso, el ambiente cada vez se estaba calentando más y más hasta que en un momento me cogió en brazos y empezó a subirme lentamente por las escaleras hasta su habitación. En cuanto entramos por la puerta el me tumbo en la cama y se puso encima mío. Seguíamos besándonos y yo empecé a desabrocharle la camisa hasta que se la quité completamente, después llego el turno de los vaqueros, me costó un poco más quitárselos pero finalmente lo conseguí. Él, empezó a acariciarme suavemente y a subirme el vestido hasta que yo también estuve en ropa interior como él. Nos metimos en la cama y Liam empezó a besarme por todo el cuerpo.
-Liam, una cosa…
-Dime cariño- seguía besándome.
-Que… soy virgen y estoy un poco nerviosa.- Liam paró de besarme para mirarme a los ojos. ¡Mierda ya la he cagado! Pensé.
-¿Eres virgen?
-Si… te lo acabo de decir.
-Pues tú tranquila que voy a ser todo lo dulce que se puede ser y no vas a sentir ningún daño.- Liam sonrió pícaramente y continuó besándome como lo había hecho antes. Fue la mejor noche de mi vida.

Cuando me desperté ya era de día y estaba sola en la cama. Me levanté de ella y me puse la camisa que llevaba ayer Liam, y me dirigí al baño. En cuanto entré me percate de que Liam estaba duchándose.
-Buenos días princesa- escuché que decía.- ¿Quieres ducharte conmigo?
-Buenos días guapo, y sigue soñando porque no me voy a duchar contigo.- En realidad me encantaría hacerlo pero no creía que fuera apropiado.
-Pues entonces tendré que salir para meterte a la fuerza.- El grifo dejo de echar agua y la cortina de la ducha empezó a descorrerse.

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